Marketing directo con Big Data – Éxito para las campañas publicitarias
Las campañas de marketing siempre han sido dirigidas a un gran público, de forma que, entre todas las personas que las reciban, las ideas puedan calar al menos en algunas de ellas. Esta estrategia no se puede decir que sea desacertada, puesto que da sus frutos y mantiene las marcas comerciales publicitadas en la mente del consumidor. Sin embargo, con la aparición del concepto Big Data para directivos las cosas han cambiado bastante.
En el pasado, por sus propias condiciones, la mayoría de estos eventos habían de ser limitados geográficamente y monitoreados en periodos de tiempo de mediana duración. Por esa causa, la toma de decisiones que dependían de resultados ya fríos, era de bajo impacto.
En la actualidad, por medio de avanzados estudios de marketing realizados por empresas especializadas, los anunciantes tienen la oportunidad de comprobar con una cierta continuidad cuán efectiva puede estar resultando una campaña en cuestión. De este modo, poseen las herramientas para decidir si desactivarlas, modificarlas o seguir adelante con ellas.
Cambios introducidos por la Big Data en el mundo moderno
La masificación de la información procedente de las nuevas tecnologías ha transformado la perspectiva de la publicidad. En primer lugar, obviamente, porque Internet está presente en casi cualquier región del planeta y, por tanto, es un método eficaz de transmisión de datos.
En segundo lugar, la captura de datos tiene por lo menos dos vertientes. La directa incluye las variables que quiere medir el cliente y sus propósitos. La indirecta, por su parte, los capta a partir de los medios que sirven de soporte a la trasmisión de dicha información.
Esta última, en general, no es conocida por los consumidores, aunque la intuyan. Y no se recaba de forma automática o mediante formularios, sino que proviene de los dispositivos de comunicación y de la interacción de los individuos con los mismos, la cual provee un cúmulo de datos que, bien procesados, presentados y graficados, permiten analizar variables que anteriormente estaban fuera del alcance de los estudios, pero que inciden sobre las conclusiones.
Algunas de estas interacciones provienen del momento en el que la gente ve la propaganda, el tiempo que le dedica y sus comentarios al respecto, sabiendo que serán revisados por los interesados. Los elementos no se procesan entonces individualmente, sino de manera masiva. Así, se estudian las tendencias generadas, las cuales se gestionan en paralelo con el desarrollo de la campaña, con lo que se logra hacer máxima su efectividad.
El marketing con Big Data ha dado un vuelco total a las campañas publicitarias, ya que permite introducir las variables, monitorearlas en tiempo real y tomar decisiones que dirijan el curso de los acontecimientos activamente. En especial, es útil para evaluar la ingente cantidad de factores externos que favorecen el triunfo de una operación masiva muy bien controlada.