Mientras que uno de los mitos más extendidos de la tecnología es que acabará con miles de puestos de trabajo, lo cierto es que el Big Data y la inteligencia artificial son una herramienta más en la búsqueda de empleo.

 

Es bien sabido que uno de los principales contratiempos que enfrenta España en la creación de puestos de trabajo son los problemas que viven sus servicios públicos, sobre todo en la gestión de talento.

 

Rara vez consigue su objetivo: Lograr que los empleados, en especial los que ya cuentan con una buena trayectoria, se reincorporen lo antes posible al mercado laboral. En los últimos años sistemas basados en el Big Data como el perfilado estadístico trabajan para poner fin a esta situación.

 

Son muchas las razones por las que dichos servicios públicos resultan insuficientes en la creación de nuevos puestos de trabajo, entre ellas su dificultad para reinventarse y hacer las cosas de manera diferente sacando provecho de las nuevas tecnologías. 

 

 

Experiencias en otros países con el uso de Big Data para la empleabilidad

 

 

No podemos negar que las políticas de empleo de otros países operan con mayor resultado que las nuestras.

Uno de los mayores motivos de su éxito es que han sabido reinventarse gracias a la implementación de metodologías más eficaces, como actualizar las competencias laborales de las personas recién paradas, potenciando así su empleabilidad y ayudando en la reincorporación al mundo laboral.

Entre los modelos que ya han descubierto su eficacia para la creación de nuevos puestos de trabajo destacan los modelos de perfilado estadístico, utilizados en países tan avanzados como: Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Finlandia, Irlanda, Suecia, Dinamarca o Alemania.

Estos sistemas permiten hacer un seguimiento individualizado del perfil laboral de cada persona. En consecuencia se desarrollan más fácilmente los métodos de actuación necesarios para favorecer que esa persona encuentre rápidamente un puesto de trabajo basado en su perfil profesional.

 

 

El Big Data y el seguimiento individualizado de parados

 

 

Existen diferentes modelos de perfilado estadístico, sin embargo todos siguen un modelo muy similar. Como primera medida recogen el mayor número posible de datos del trabajador, incluyendo desde sus características personales (Edad, género, estado

civil, nivel de estudios…) Hasta sus cualidades profesionales (Capacidad comunicativa, tipo de contrato, experiencia…).

Ese Big data personalizado se crea a partir de la información que proporcionan los mismos parados, junto a la que obtienen los servicios públicos de empleo gracias a las entrevistas que les realizan cuando se quedan sin empleo.

Una vez recopilada la información necesaria, el sistema de perfilado estadístico cataloga al desempleado basándose en su nivel de empleabilidad, lo que le permite proponer medidas eficaces para que se reincorpore lo antes posible al mundo laboral, o bien pueda disfrutar de cursos de formación y acompañamiento durante el proceso de búsqueda de empleo.

Y aunque este método nos puede parecer de lo más novedoso, lo cierto es que se utiliza en EE.UU desde la década de los 90. Si bien es cierto que hasta la fecha era casi un desconocido dentro de nuestras fronteras, Andalucía planea su implementación durante 2020.