La época del marketing de masas ha quedado atrás. Ya no se estila que todo un segmento poblacional sea impactado por un mensaje promocional idéntico, aunque en realidad resulte relevante para una pequeña porción del mismo. Si bien los consumidores actuales navegan por Internet generando cantidades ingentes de información, esta puede ser recolectada y analizada con las herramientas Big Data existentes.

 

En la actualidad, desplegar una estrategia de Big Data apropiada constituye la clave del éxito para que una campaña de marketing sea más eficiente y eficaz. Esto es especialmente válido en el área de atención al cliente, donde es posible medir con facilidad el grado de satisfacción alcanzado. En efecto, se ha encontrado que los planes basados en este tipo de análisis profundo, son los mejores.

 

Etapas al desarrollar destrezas Big Data

 

 

Su intención es predecir las necesidades, predilecciones y perspectivas del público objetivo para proveerle conforme a los resultados obtenidos. Sus pasos serían:

 

• Identificación de la meta: antes de recurrir a la tecnología es conveniente precisar el problema que hay que resolver. Este dependerá de la orientación del negocio, por ejemplo, determinar el inventario requerido por una empresa pequeña o las preguntas necesarias para entender las preferencias de los usuarios de una firma de marketing.
• La gente es lo primero: el valor humano está por encima de cualquier hardware o software empleado. Por eso, nunca se debe menospreciar el poder del razonamiento e interpretación del individuo, en especial de aquellos cuyos intereses personales se alinean con el triunfo de la empresa.
• Definición de las políticas de trabajo: la Ley de Protección de Activos de información vela para que el manejo de los datos no viole las directrices. Por eso se debe saber dónde encontrarlos, distinguir los sensibles, establecer reglas, asegurarse de que el equipo las conozca y respete, y determinar las acciones en caso de que ocurra una infracción.
• Organización de la retroalimentación: la forma más sencilla de solicitarla es a través de cuestionarios y encuestas. Estos resultados tienen que analizarse para entonces plantear mejoras factibles y eficaces. De igual manera, hay que detectar si un plan es verdaderamente útil o, por el contrario, causaría un perjuicio.
• Visión de futuro: este siempre ha sido un mundo cambiante; sin embargo, la velocidad de la transformación ahora es sencillamente alucinante. La empresa requiere de suficiente astucia para adelantarse a las variaciones en el escenario de los negocios, descubrir las necesidades incluso antes de que se hagan patentes y planificar las nuevas acciones. No se tendrá una precisión perfecta a largo plazo, pero al menos así se evita que los acontecimientos te pillen desprevenido.

 

Los principales retos que hay que vencer con las estrategias Big Data son: definir qué información recolectar, y aquí la dificultad estriba en el exceso y no en la escasez; analizar con eficacia los valores recogidos; y, finalmente, generar respuestas que mejoren los servicios, entiendan a los clientes y produzcan una ventaja competitiva.