El cerebro humano es el ordenador más eficiente creado por la naturaleza y es inigualable, o al menos eso se solía pensar. Y si bien no poseen la misma complejidad ni pueden pensar por cuenta propia, es innegable que en los últimos años las aplicaciones de aprendizaje automático (machine learning prediction) se han convertido en una realidad.

En gran parte, lo que da al humano sus habilidades únicas de razonar, relacionar y analizar las circunstancias a su alrededor, son las conexiones neuronales. De manera comparativa, se podría decir que cada neurona es un procesador conectado a millones de estos, por lo cual la información se puede transmitir rápidamente.

El uso de nuestra memoria no es más que la comparación de las experiencias previas con las situaciones existentes. Con base en eso, somos capaces de buscar soluciones o repetir comportamientos anteriores que pudieron solventar los problemas anteriores.

La evolución de la tecnología: perfección micrométrica

Los primeros ordenadores eran máquinas toscas que podían ocupar una habitación completa, requerían cantidades exageradas de enfriamiento y trabajaban con mucha lentitud. Sin embargo, la obtención de mejores materiales y las innovaciones en los siguientes modelos, permitió disminuir el tamaño de las piezas a la vez que aumentaba la velocidad.

Estos cambios se reflejan constantemente en nuestra vida diaria, pues hoy por hoy, un teléfono inteligente cabe en nuestro bolsillo y, a su vez, tiene mayor capacidad de cómputo que las máquinas que se emplearon para enviar el hombre a la luna.

La miniaturización ha conllevado a que sea posible conectar miles de procesadores en un espacio reducido, lo que ha aumentado la facilidad para buscar información y procesar las órdenes dadas. Pero asimismo, ha dado lugar a establecer conexiones similares a las que podemos encontrar en nuestro cerebro.

Una inteligencia artificial en crecimiento: la herramienta más eficaz del presente

La cantidad de datos que se transmiten diariamente ha aumentado exponencialmente por la presencia de Internet y la gran cantidad de dispositivos existente, lo que genera información a cada segundo. Por ello, los métodos que se solían emplear para analizar los comportamientos y tendencias han quedado desactualizados, puesto que dependen principalmente del manejo humano.

Aunque siguen siendo útiles a pequeña escala, es imposible para cualquiera captar todos los datos existentes, procesarlos, analizarlos, reaccionar y establecer patrones con base en ello. En efecto, el uso de un ordenador con facultades parecidas permite realizar este trabajo en menos tiempo, sin la fatiga que tendría una persona.

Un empresario de la bolsa, por ejemplo, podría aprovechar la capacidad de estudiar acontecimientos previos a una velocidad increíble y analizar las circunstancias presentes, con lo que le sería posible hacer predicciones bastante acertadas que mejorarían diariamente.

Este es el motivo por el cual herramientas como las desarrolladas por SmartPanel se han vuelto imprescindibles para cualquier compañía. La posibilidad de estar siempre al tanto de las tendencias y necesidades de los potenciales clientes es un mecanismo poderoso que, actualmente, resulta parte de la clave del éxito.